lunes, enero 26, 2009

La sonrisa horizontal

"Mucho que hablar de la sonrisa vertical, y de la horizontal no se acuerda nadie, sobre todo sexualmente hablando....La sonrisa horizontal a la que hacía referencia tiene que ver con ciertos trabajos orales en la zona genital de la anatomía femenina.....Lo decían Calamaro y Raimundo Amador: " ¡Ay, qué gustito pa´mis orejas, enterradito entre tus piernas!". Una de las odas del pop contemporáneo al cunnilingus.....Todo poético y muy alegórico pero que choca directamente con la realidad puesto que estamos hablando de una de las prácticas sexuales más estigmatizadas de todos los tiempos. No entraremos en detalles pero en tema de olores cada maestrillo tienes su librillo....Sea como sea, no estamos hablando de nada que no se pueda solventar con una buena higiene...El caso es que para realizar un buen cunninlingus hace falta tiempo....Suavidad,buen tacto y actuar sin prisas es la mejor de las fórmulas para llegar a buen puerto. Y, sobre todo, buena comunicación. Es fundamental que la mujer guie a su compañera( compañero en el original) ya sea mediante intrucciones verbales ( aunque sin caer en el sistema GPS: " Al salir de la rotonda gire a la derecha"), sonidos audibles, gestos con las manos o movimientos del cuerpo.
"HUMMING"
Como era de esperar también en el tema del sexo oral femenino nos encontramos con numerosas técnicas y procedimientos que pueden llevar la alegría a una casa....
En primer lugar, el humming.Bajo tan onomatopéyica denominación se esconde una técnica que consiste en hacer un cosquilleo muy placentero en la zona genital. O sea, que a hacer la vaquita...
Otra, que todavía no está bautizada tiene que ver con utilizar agua con gas ( da lo mismo la marca) a la hora de insuflar amor y burbujas en los bajos fondos femeninos. Vamos, la verdadera chispa de la vida. Como suele ser habitual en este tipo de incursiones orales os hago una recomendación: la salud. A riesgo de ser pesadito( el escritor) os recuerdo las existencia de unas fantásticas planchas de´látex que se colocan encima de la vulva y evitan cualquier tipo de contagio a la hora de practicar sexo oral. También existe la modalidad rupestre de cortar con unas tijeras longitudinalmente un preservativo masculino y darle la misma función.Allá cada uno. Sin embargo, siempre que no se tenga pareja estable, es mejor prevenir ciertos quebraderos de cabeza posteriores..."
( Este artículo, del que he sacado lo más interesante fue escrito por Josep Tomás Torres para el Magazine de El Mundo.) Yo que soy lectora compulsiva lo leí, me hizo gracia y aquí está para que os divirtaís y sigamos aprendiendo... ahora solo nos queda poner las dos nuevas modalidades en práctica.
( 11-marzo 2007)

viernes, enero 16, 2009

Elena e Irene: La primera vez( episodio 3)

- ¿ Estás bien?
- Si. Me lo has preguntado 10 veces en media hora.
- ¿Te había contado que gané un concurso de abrazos?
- Sí, y otro de besos. Y añado yo que si te presentas al de "Novia más chula" también lo ganas.
- ¿Crees que soy una chula?
- No lo creo,lo eres y te encanta serlo.
- Bueno...un poquito...pero sólo contigo.
- Más te vale. Me gusta tu chulería.
-Umm. ¿Beso?
-Creo que ya estoy preparada para hacer el amor contigo.
Irene se separó un poco de Elena, se incorporó y la miró a la ojos.
- Puedo esperar el tiempo que necesites.
- No necesito esperar más, hacerlo sólo hará que me ponga más nerviosa. No me da miedo hacer el amor sino hacerlo contigo, con una mujer, no se cómo tocarte.
Irene puso su mano sobre los labios de Elena impidiendo así que continuara hablando. La miró fijamente a los ojos mientras su rostro adquiría un tono más dulce y en su boca se dibujaba una sonrisa.
- No tienes por qué preocuparte de eso. Sólo tienes que dejarte llevar y disfrutar.
- Pero...
- ¡Calla! Ven conmigo-
- ¿ Adónde?- Irene se levantó en silencio, cogió a Elena de la mano y la guió al baño.
-Vamos a ducharnos.
- ¿Huelo mal?
- Hueles divinamente. Confía en mí. Quítame la ropa y deja que yo te la quite a tí.
-Estoy demasiado nerviosa para eso. ¿Podemos dejar esa parte para la próxima vez?- Irene volvió a sonreir y empezó a desnudarse. Elena hizo lo mismo con la suya, despacio, sentía vergüenza a pesar de que su cuerpo era bonito y bien formado. Irene se metió en la bañera.
- ¡Ven!- le dijo mientras le tendía la mano. Elena la cogió y entró en la bañera.
-Estoy muy nerviosa. ¿ Para qué me has traído aquí? ¿Qué te propones?
- Tranquila. Confía en mi. ¿ Lo harás? - Elena asintió con la cabeza. La visión del cuerpo desnudo de Irene hizo que su cara ardiese y su cuerpo subiese de temperatura. Vestida ya intuía que tenía que ser bonito pero no había imaginado cuanto. Sus pechos tenían el tamaño ideal, ni grandes ni pequeños, con unos pezones pequeños, bien formados; no pudo evitar bajar la mirada y mirarle el pubis, lo tenía muy recortado pero no depilado al cero y formaba un triángulo muy sexy. Irene era perfectamente consciente de que Elena examinaba su cuerpo pero prefirió hacer como si no, no quería hacer que Elena se incomodase. Podía ver su cara por el espejo, le divertía ver la cara de Elena mientras la observaba, tenía una mezcla de nerviosismo y curiosidad de niña pequeña que la invadió de ternura.
- Dame tus manos. - Elena salió de su ensimismamiento y obedeció. Irene puso gel en ellas e hizo lo mismo con las suyas.
- Imagina que tus manos son esponja sobre mi cuerpo.´
Irene acercó su cara a la de Elena y la besó en los labios dulcemente, apenas ejerciendo una leve presión sobre ellos. Sus manos, más expertas en tocar un cuerpo de mujer, se posaron sobre su vientre , al sentirlas, se encogió levemente y un latigazo recorrió todo su cuerpo. Irene continuó besándola, con besos cortos, rozando su cuello, sus hombros mientras sus manos ascendían lentamente, sin prisas, sin pausa y se paraban en sus pechos, los cogían , los acariciaban sintiendo cómo los pezones se erguían y se ponían duros. Elena permanecía inmóvil, aún no había conseguido poner sus manos sobre el cuerpo de Irene. Todo su cuerpo había subido de temperatura, su corazón latía tan desbocado que pensaba que se le iba a salir del pecho. Dejó de besarla, acercó su cuerpo al de Elena, haciendo que sus pechos se rozaran, sus piernas se entrelazasen y toda su piel acariciase la piel de la otra. La abrazó, Elena también la abrazó sintiendo la suavidad de su espalda, el contacto de su piel, su respiración en su oído, su aliento en su cuello. Se besaron, en un beso largo, lento, mientras , por fín las manos de Elena se decidieron a acariciar el cuerpo de Irene quien, despacio, fue empujando a Elena contra la pared, cuando lo hizo, deshizo el abrazo y dejo de besar sus labios para empezar a lamer sus pezones, a meterlos en su boca mientras sus manos bajaban por las caderas, acariciaban los muslos y separaban las piernas de Elena para posar una mano sobre su sexo.Elena cerró las piernas y al hacerlo la mano de Irene apretó su sexo. Irene dejó los pezones, se arodilló y suavemente, empezó a pasar su boca por el pubis depilado de Elena.
- Abre las piernas... -Elena obedeció y sintió la lengua caliente de Irene rozándole el clítoris. A pesar de que le encantaba y que le flaqueaban las piernas apartó la boca de Irene y la obligó a subir, muy sutilmente hizo que fuera Irene quien estaba contra la pared y entonces comenzó a explorar el cuerpo de Irene como esta lo había hecho minutos antes con ella.
- Vamos a la cama.
Irene yacía boca arriba, a su lado, Elena acariaba su piel con una lentitud pasmosa, disfrutando del placer de la suavidad del cuerpo que tanto amaba. Irene ansiaba por tocarla y hacerle el amor pero decidió esperar, dejar que Elena se tomase su tiempo, hoy no tendría prisa, sería el día de Elena. Siguió acariciándola hasta que sus dedos y sus ojos empezaron a tener suficiente y su boca necesitó probar cada rincón . Se colocó sobre Irene, la besó en la boca, jugando sus lenguas como tantas otras veces. Irene aprovechó la ocasión y la hizo rodar suavemente para colocarse sobre ella; siguieron besándose, buscando sus lenguas,metiéndolas en la boca de la otra durante largo rato; por fín Irene empezó a besarla por el cuello, pasando su lengua, cálida, despacio. Elena acariciaba su espalda, sus manos se deslizaban despacio hasta llegar al culo, lo agarró, lo sobó. Irene bajó , lamió sus pezones y los mordisqueó, se entretuvo jugando con ellos hasta que estuvieron muy duros mientras las manos, ágiles y ávidas de suavidad acariaban las caderas. Siguió su descenso hasta llegar al vello púbico, lo acarició con los dedos, pasó los labios por el y separandole las piernas empezó a acariciarle con los dedos, había una gran humedad, bajó al cabeza, quería probarlo, pasó la lengua apenas rozando el clitoris, Elena se arqueó y tiró de su cabeza pidiéndole que subiese, lo hizo pero mientras la volvía a besar con un deseo desesperante, entrelazó sus piernas con las de ella, pubis contra pubis, clítoris acariando clítoris y empezó a moverse. Elena la seguía como si lo hubieran hecho mil veces antes, se movían al compás, cada vez más rápido, notaba la humedad creciente en las dos, los jadeos de Elena en su boca mientras la besaba, en su oído mientras besaba su cuello. Dejó de moverse, Elena la miró, Irene no dijo nada y se colocó entre sus piernas, empezó a lamerla de arriba abajo lentamente, después cogió su clítoris entre sus labios y empezó a lamerlo, a veces lo apretaba con los labios, Elena comenzó a mover sus caderas en un ritmo pausado, Irene introdujo un dedo en su vagina y empezó a meterlo y sacarlo lentamente mientras seguía estimulando su clítoris con la lengua, sacó el dedo y metió dos, despacio, entrando y saliendo de ella. Elena comenzó a moverse más deprisa, sus jadeos más fuertes, más intensos. Notó como el cuerpo de Elena se contraía indicandole que había llegado al orgasmo. Notó como temblaba. Suavemente sacó los dedos y su lengua dejó de acariciar el clítoris, ahora demasiado sensible. Subió, le puso a su lado , la abrazó fuerte y la acarició hasta que dejó de temblar.
- ¿ Es así como se lo hacen las lesbianas?
- Más o menos.
- Entonces quiero más.
- ¿Si?
- Bueno, dame unos minutos....


(publicado por primera vez : 22- febrero 2007)

domingo, enero 11, 2009

Elena e Irene ( episodio 2): Novias

- Llegas tarde.
- Ya lo se. Lo siento. No encontraba sitio para aparcar.
El camarero se acercó y puso un café expresso sobre la mesa, frente a Irene.
- Te he visto venir y te lo he pedido.
-¿ Cómo sabías que pediría esto?
- Porque siempre pides lo mismo.
- ¡Chica lista! ¿ En qué más te has fijado?
- En muchas cosas. Eres muy ordenada. Siempre vistes totalmente cojuntada, no repites modelo en toda la semana, incluso combinas el reloj y la estilográfica con tu ropa y llevas reloj pero siempre miras la hora en el móvil.
- ¡Para! Me estás asustando.
- ¡Mira!.Me he pasado por "esa" librería para gays y lesbianas del Casco Viejo y he comprado estos libros.
- ¡ Dios mio! ¿Qué es esto? " Guía de recursos para lesbianas"; " Kamasutra lésbico"; "Un momento de indecisión". Pero...
-¡Tengo que aprender y ponerme al día!
- ¿Ponerte al día de qué? No se aprende a ser lesbiana en un libro. Hazme el favor de tirar todo esto a la basura.
- Pues enséñame tú.
- ¿Que te enseñe a qué?
- A ser lesbiana.
- Eso no se enseña. Se es. Se nace. Es un sentimiento. Nada más. Luego cada una tenemos nuestra personalidad.No cambia nada. Tú no has cambiado por reconocer tu lesbianismo...
- Sí que he cambiado.
- No, lo único que cambia es que ahora eres lo que eres y te sientes mejor.
- Bueno, pero yo quiero aprender. Y quiero que tú me enseñes.
- No creo que pueda enseñarte mucho. Mejor cambiamos de tema. ¿Qué tal tu día?
- ¿ Yo te gusto? Tú a mi sí.
- ¡ Joder!
- Es la verdad. ¿ Quieres ser mi novia?
- Dame esos libros.Seguro que esto lo has leído ahí. ¿ Dónde pone lo que tengo que decir yo ahora?
- No lo he leído en ningún libro. ¿ Qué tengo que hacer para que seas mi novia?
- ¿Te va bien conquistarme?
- Me va perfecto. ¿ Cuándo empiezo?
- Oye, ¿tú siempre eres así?
- No. Sólo cuando estoy nerviosa y no se qué hacer.
- Ah, vale- ¿ Y ahora estás nerviosa?
-Sí, mucho. ¿ Quieres ser mi novia?
- Conquistame.
- Vale. Tu lo tienes fácil.
-¿Si?
- Sí, me conquistaste el primer día. Entonces....¿ somos novias?
-¿ Si te digo que sí dejarás de preguntármelo?
- Sí.
- Somos novias.
- Las novias se besan.
- Te estás quedando conmigo , ¿verdad?
- Sí, un poco. Estás muy guapa con esa cara de susto.
- Algo más que susto empezaba a tener. EStaba a punto de salir corriendo.
- Vale. Pero primero bésame.
- ¿ Estás segura de que quieres que te bese aquí, en mitad de la calle y que te vea todo el mundo?
- Bueno...Si besas tan bien que me puedo desmayar y caerme al suelo porque no eres tan rápida como para cogerme, entonces espero a tener una cama cerca.
- Si te beso...¿ te callarás de una vez?
- No lo sé...
- Mejor te beso.....- y la besó.
(publicado por primera vez : jueves 8 - febrero- 2007)

miércoles, enero 07, 2009

Elena e Irene (episodio 1)

FICCIONES 1: ejercicio 1 ( escribir sin revisar)
Caminaba despacio, miró el reloj. Aún era temprano, mejor, así habría menos gente. Alcanzó la puerta, respiró hondo mientras se colocaba bien la ropa y entró. Dentro más gente de la que le hubiera gustado encontrar. Mirando al suelo se acercó a la barra y se sentó en un taburete. Aún no había pensado qué le apetecía beber pero la camarera ya estaba frente a ella mirándola fijamente:
-Cerveza
-¿Cuál te pongo?
- La más fuerte que tengas.
Seguramente nadie la estaría mirando pero a ella le parecía que todas las mujeres de aquel bar tenían su mirada fija en ella. “Eres una creída, ¡ni que fueras Anjelina Jolie!”, pero no se atrevía a darse la vuelta y mirar. Tras 15 minutos mirando a la barra ya se había aprendido dónde estaba situada cada cosa así que empezó a ponerse nerviosa; sabía que no podía permanecer así durante mucho tiempo, si alguien se había fijado en ella estaría pensando que era idiota. Recordó que había comprado un paquete de tabaco antes de venir, tener algo entre las manos le ayudaba a relajarse. Lo buscó dentro de su bolso pero con los nervios se le cayó al suelo al sacarlo. Le daba vergüenza agacharse y recogerlo porque parecería una torpe, pero , si no lo hacía, parecería tonta ,así que la primera opción era la menos mala. Estaba a punto de levantarse cuando una mano le tendió el paquete.
- Creo que esto es tuyo.
- Sí, se me ha caído al sacarlo del bolso.
- A veces pasa. ¿Me das uno? Se me ha acabado y en la máquina no queda del que yo fumo.
- Si claro. – le tendió el paquete para que cogiese ella misma el cigarrillo.
- ¿Tienes mechero? Me lo he dejado en casa o lo he perdido.
- Si. Toma.
- ¿Tú no quieres?
- No. En realidad…yo no fumo.
- Ah! Yo tampoco
Elena miró perpleja a la desconocida.
- Te he visto aquí sola y he pensado acercarme, pero no sabía cómo.
A Elena se le volvió a escurrir el paquete de las manos y de nuevo aterrizó en el suelo. De nuevo la desconocida fue más rápida en cogerlo. Se lo dio.
- Perdona si te he molestado.
- No me has molestado, es que yo…
- ¿Tu…?
- Es que yo no soy lo que piensas.
- ¿No eres una mujer?
- Sí, pero yo no….
- ¿No eres lesbiana?
- ¡Eso! Yo no soy….
- ¿Y qué haces entonces aquí tu solita? – la cara de la desconocida adoptó un rictus de enfado
- Yo soy periodista.
- Y yo abogada. ¿Y?
- Mejor me voy.- cogió sus cosas y comenzó a andar en dirección a la puerta. Se paró y volvió sobre sus pasos.
- Sí, soy periodista. Y creo que también lesbiana. He venido a este bar para descubrirlo. Y sí, nunca he estado con ninguna mujer como habrás deducido.- de nuevo se dio la vuelta y esta vez no paró hasta salir del bar. Esta vez no miró al suelo pero la vergüenza que sentía impidió que viese nada de lo que había a su alrededor. Al ir acercándose a su coche apuntó con el mando para abrirlo, estaba a punto de abrir la puerta cuando alguien habló a su espalda:
- Me llamo Irene. No es mi primera vez en un bar de ambiente. Yo sí tengo claro que soy lesbiana y si me he acercado a ti es porque me he visto algo en ti que me ha gustado.
(publicado por primera vez el 7 .- febrero-2007)
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Fue grato volver a escribir despúes de casi un año sin hacerlo. No es bueno, pero para mí en ese momento era buenísimo porque supuso un paso más para ir retomando mi vida y mi yo de siempre. Quedan aún muchos episodios más, algunos están en mi cabeza, sólo necesito tiempo para sentarme a escribir.

jueves, enero 01, 2009

Stop a las rebajas de corazones

Demasiados corazones en rebajas. Nunca, nadie, bajo ningún concepto, bandera o religión, debería tener tanto poder sobre ninguna de persona para lograr que un corazón se rebajase. Quien te quiere de verdad, sinceramente, siempre intentará hacerte feliz, aun cuando sea torpe al demostrártelo; para quien no te quiere de verdad, serás un capricho del que más pronto o más tarde se desprenderá.
Por todo eso, todas aquellas que os considereís unos "corazones en rebajas" , espabilad, abrid los ojos y la mente, dejaos de perseguir imposibles, mirad a vuestro alrededor, que las rebajas en el amor nunca deben existir, cambiad de centro comercial y encontrareís vuestra felicidad.
Dejaos de tonterías y empezad vuestra propia revolución. Sexies, guapas, con gafas nuevas para ver la vida de otro color, sonreid , salid de compras y recordad NUNCA MAS UN CORAZON EN REBAJAS.
Suerte a todas.
( publicado por primera vez el jueves , 18- enero -2007)
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Sigo pensando lo mismo que hace dos años, nunca, bajo ningún concepto debemos considerarnos unos corazones en rebajas.